martes, 26 de enero de 2021

Cupido

 Hoy Cupido llegó hasta a mí. Quiere dispararme con su flecha y yo le ruego llorando que por favor, no.

Mi corazón ha sido herido tantas veces, tantas puñaladas, que no puedo conseguir unirlo otra vez.

Lloro implorando piedad, no puedo volver a amar.

Mi corazón lo entregué, con los ojos cerrados, pequeño él pero tan inmenso en su sentir.

No ves Cupido, como lloro, no ves, que no quiero amar.

No has acertado ninguna vez, fue un simple reflejo de lo que podía ser, pero ¿cuánto duró? Dos suspiros.

Amé con tanta intensidad que mi voluntad yo perdí, terminé siendo marioneta, y lo peor, dejé de ser mujer.

No, no, Cupido, no me vengas con tus flechas, que en ti ya no confío.

Has sido cruel conmigo, y te odio, no te puedes imaginar.

No vengas con esa cara angelical, con tus alas me quieres rozar y me niego.

No vuelvas a hacerme daño.

¿Por qué me dices esto, qué son esos susurros, que me quieres decir? No te oigo, habla más alto.

No vueles hacia mí, te tengo miedo, no me toques, estoy temblando.

¿Qué es este calor que siento, qué me estás haciendo? ¡No, para!

¿Por qué lloro ahora?, no lo entiendo, noto mi corazón palpitar, ¿por qué?

¿Qué haces Cupido conmigo? ¿Por qué mi odio está desapareciendo?

Cupido, ¿qué has hecho? No quería volver a amar.

Autora: Olga González Sobrín



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