viernes, 29 de mayo de 2020

La Luna

Y la luna bajó para rozar el agua. Quería sentir su frescura, sentir lo que los humanos tenían cuando en ella se sumergían.
Todas las noches recorría el horizonte sobre sus aguas, disfrutando de los cortejos de algunos animales.
Observaba su reflejo y el de las estrellas que la hipnotizan de tal manera que no quería moverse.
Y por fin, se había decidido. Las olas la mecían y como un bebé en brazos se sentía acunada. La frescura del agua acariciando, los peces bajo ella, aquellos brillantes del cielo ahora posados a su lado.
Cerraba los ojos, su piel temblaba, y las olas la acompañaron hasta el amanecer. Pesarosa se elevó hasta desaparecer.
El mar sería para siempre su embrujo, su pasión, su mayor deseo, porque de él se había enamorado.


Autora: Olga González Sobrín

martes, 26 de mayo de 2020

Fragancia de rosa

En la tristeza de sus pensamientos, la fragancia de aquella rosa la llevaba más allá, recordando viejas historias que se apretujaban en sus recuerdos intentando salir y escapar de su calabozo.
Aroma dulce, embriagador en sus recuerdos, los cuales recorrían su piel haciéndola estremecer, una tras otra, imágenes le venían a su mente, unas felices, otras tristes, victorias y derrotas, amores y traiciones...
Y solo podía preguntarse como había llegado hasta allí, como consiguió cicatrizar heridas que aún arrastraba hoy, como una mujer que sufrió tanto ha llegado a lo que es hoy... solitaria y desconfiada, siempre batallando con la vida.
¿Qué ocurrió?


Autora: Olga González Sobrín

sábado, 16 de mayo de 2020

En mis pensamientos

Errante en mis pensamientos, camino entre la hierba del campo, deslizando mi mano sobre ella. Sola con mi mente que me atosiga, sin poder detenerlo, mi cabeza no deja de oír las voces de unos y otros, consejos que te solucionarán la vida.
Sigo perdida, no encuentro sosiego, quiero silenciarlas y no me dejan, cuando llego a un remanso de paz, estallan de nuevo los truenos e interiormente vuelvo a caer en la oscuridad tan temida.
Sigo caminando, lágrimas en mi rostro, dolor en mi corazón, estoy tan perdida y no hay consuelo. Dividida en sentimientos, no quiero herir a nadie pero debido a ello, soy la herida.
Dos guerras y yo en medio, quiero acabarla pero cada vez que veo esa luz... recibo el tiro de gracia.
Silencio, silencio, solo quiero eso, no más voces, no más consejos, no quiero escoger bando porque soy parte de ellos.
Sigo caminando, sigo caminando, no quiero volver, no quiero escoger. Tengo miedo a mi decisión de irme, sé que les haré daño irreparable pero me duele, me duele y me duele, no quiero decir adiós pero no puedo escoger ningún bando.
Y si la guerra no cesa, en el silencio, desapareceré.


Autora: Olga González Sobrín

lunes, 11 de mayo de 2020

Mi sirena protectora

Mi sirena, protectora de mis marineros. Mi diosa del mar, que emerge de las rocas para salir a su auxilio.
Belleza mítica tan temida por sus cantos,pero no saben que tú los amas, que recorres mares y océanos velando por su seguridad. No saben de tu amor fraternal por ellos, ni de la tristeza que baña tu corazón cuando no pudiste llegar a tiempo.
Bella y amorosa, con delicadeza los meces y proteges. No desaparezcas nunca, qué brille en ti la inmortalidad porque no quiero que cese tu protección.
Adoro todo lo que representas.


Autora: Olga González Sobrín

viernes, 8 de mayo de 2020

¿Qué te ocurre niña?

Acurrucada en un rincón me mira desconfiada, con miedo, con vergüenza tal vez.
Pequeño corazón, que tan pronto sufres las penalidades de la vida por nacer en la pobreza.
Víctima de nacer en el país o en la familia incorrecta, invisible niña sometida a las mayores penalidades.
Levanto mi voz clamando a unos padres inexistentes. Llorando acerco mi mano y le doy mi auxilio.
Temblando me agarra, no puedo más, la recojo en un abrazo, envolviéndola en ternura. Me mira asombrada y sus pequeñas manos se agarran a mi cuello.
Ambas nos fuimos en busca de una solución a su penuria.


Autora: Olga González Sobrín

Y llegó en su bicicleta

Ella llegó en su bicicleta, no importaba que nevara, solo necesitaba llegar a él.
Mientras pedaleaba no podía evitar soñar con lo que podría ocurrir, llevaba unos meses fuera y no sabía que iba a suceder en su encuentro.
Lo vio a lo lejos y su corazón empezó a palpitar con tanta fuerza que creía que se le escapaba, no sabía si llorar o reír, lo veía más cerca y pedaleó con más fuerza para llegar a él.
Detuvo su bicicleta en la orilla de la acera, él se acercó a ella, y con sus manos rodeó su cabeza, sus labios se depositaron sobre los suyos, con tanta fuerza y ternura que ella olvidó sus miedos, se abrazó a su cuello y se dejó ir en su beso.
La nieve caía sobre ellos, copos que se derretían a su roce, se abrazaron y sus miradas no necesitaban palabras. Se inclinó a sus pies y de su bolsillo sacó una cajita, la abrió mostrando una hermosa sortija de compromiso, y mirándola tiernamente, le hizo la pregunta y ella, llorando feliz, con un beso selló la respuesta a su pregunta.
Se abrazaron y unidos de la mano, se fueron bajo la nevada, ahora juntos iniciarán un nuevo camino, un futuro que ellos labrarían.


Autora: Olga González Sobrín

martes, 5 de mayo de 2020

Manos envejecidas

Sus manos envejecidas por el paso del tiempo trenzaban su largo pelo, mientras sus pensamientos viajaban en el tiempo.
Aquellas hermosas manos que acariciaron las mejillas de su esposo, sus hijos, sus nietos. Siempre llenas de amor, cálidas, firmes y protectoras, nunca dudaron ante nadie y siempre presentes en todo.
Sus dedos entrelazaban su pelo y su corazón se unía a los recuerdos: cada vuelta en pensamiento, cada nudo un sueño.



Autora: Olga González Sobrín

Pasión bajo la luna

Pasión bajo la luna, abrazos infinitos, besos y suspiros, cuerpos desnudos bajo el influjo de la luna.
Corazones latiendo al unísono, pieles erizadas al paso de sus caricias, sonrisas y lágrimas de emoción.
Y bajo la luna, dos fueron uno.


Autora: Olga González Sobrín

domingo, 3 de mayo de 2020

Ángel de amor

Ángel de amor, protector mío, necesito de todo tu amor en esta desventurada vida mía.
No puedo con mis pies, con mis brazos, me pesa el alma.
Ángel de amor, protector mío, te necesito tanto como el aire que respiro, tu aliento en mis mejillas, tu abrazo hará que mi alma se serene.
Por favor, ángel de amor, protector mío, apiádate de mí, quiero volver al sendero de la felicidad.


Autora: Olga González Sobrín

Cartas

Conservo tus dulces cartas, una flor aroma cada página como marca del amor que relatan. En mis paseos me acompañan, siempre pegadas a mi corazón. Cada paso un latido y cada latido, pasión. Las leo y las releo en voz alta junto al río. Los árboles me acompañan como únicos testigos de mi hermosa lectura. El río repite tus palabras como una fresca melodía. Palabras y flores junto a mi anhelante corazón.


Autora: Olga González Sobrín

viernes, 1 de mayo de 2020

Mi ángel

Ángel de mi vida, ángel de mi amor, no puedo dejarte ir, mi alma es tuya, tómala y vuelve. Este mundo sin ti no puede existir, no veo un mañana, ni un amanecer, estoy ciega, sorda, muda, ya no soy yo.
Me abrazaré a ti hasta que mis fuerzas desaparezcan, hasta que olvide todo este dolor que me envuelve.
Cruel la vida ha sido conmigo, te entregó a mí y luego, te arrebató de mi lado.
He conocido la felicidad de tu mano, mi ángel, mi niño, hiciste de mí la mujer más dichosa.
Ángel mío, déjame que te acompañe, mi vida sin ti no es nada, me reuniré contigo para siempre, nuestro juramento seguirá firme, y si el destino lo ha deseado así ..., hazme un hueco mi niño, me voy contigo, lo juré... JUNTOS PARA SIEMPRE.


Autora: Olga González Sobrín