Se acabó el esconderse de la gente, se acabó el ocultar lo que siento, porque nunca hice nada malo.
Grito al mundo envidioso mi momento, que nadie me robará de tus abrazos, de tus besos o de tu querer.
Me abrazaré a tu cuello para robar tus besos sabor a miel y me endulzaré con tu mirada iluminando mi ser. Me acurrucaré a tu lado, sin importar quién mire, porque de ti me he enamorado.
Caminaré orgullosa de tu mano, pendiente de tus pasos, de tus guiños compinches de nuestro amor. Los días se harán cortos, las noches las haremos eternas, no habrá fuego que compita con nosotros, ni lluvia que nos apague. Nuestros corazones vibran juntos en una misma melodía, las letras: notas sobre nuestra piel, la música: nuestros latidos.
Del dolor: una ilusión, de un sueño: un amor. Y aquí estoy ahora gritando el amor que siento por vos.
Autora: Olga González Sobrín
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