Ayer me fui a soñar para encontrarte en mis sueños como cada noche. Las luces se apagaron, la música sonaba, y en la penumbra se abría la puerta. Silencioso llegabas, acercándote a mi cama. Te deslizabas entre mis sábanas, agarrándote a mi cintura, mientras me besabas en el cuello.
Sonriendo a tu contacto, me giraba encontrándome con tu dulce mirada, esa que siempre me dice que me amas. Mi mano acariciaba tus mejillas, mis labios a tu boca besaban, los cuerpos se fusionaban en uno solo.
Todas las noches el mismo sueño, y al despertar me siento perdida, desaparezco como las aves de la noche y me suelto de tu mano. Mi corazón sufre una ansiedad anunciada cada amanecer, duro golpe de realidad. Quiero volver a mi sueño, para volver a agarrarte de nuevo, pero el alba siempre me lo impide. Odio el día porque me alejaba de tu lado. Amo a la noche y rezo a la Luna para que te mantenga a mi lado.
Así son mis noches todos los días.
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