Y los destinos de sus vidas los volvieron a juntar, intercambiados los papeles, distinto lugar, pero en ellos emanaban las raíces que los unirían para siempre.
Tanto recorrer, tanto sufrir, tanta vida en lugares equivocados y por fin, juntos.
De nuevo volvió el color, el renacer de un comienzo, ligados hasta el final, jamás se volverían a separar.
Por fin, sus roces llegaron y su apoyo los agarraría de las manos hacia su nuevo sol.
Autora: Olga González Sobrín
No hay comentarios:
Publicar un comentario