viernes, 27 de marzo de 2020

Y por fin te conozco

Por fin nos conocemos, mi pequeño. No puedes imaginarte lo que llevamos vivido juntos, nueve meses donde solo has sido mío y ahora conocerás al resto de la familia.
Eres mi tesoro, un regalo de amor. El día que me dijeron que estaba embarazada, reí y lloré de alegría. Puse mis manos sobre mi barrig y ya te sentí dentro de mí. Han sido unos meses cargados de emociones a la vez que tú ibas creciendo.
Tus primeras patadas demostrando que estabas ahí, tus volteretas, tan inquieto.
Cuando escuché tu corazón por primera vez y miré la pantalla, fue tanta la emoción que sentí, que empecé a llorar. Y cuando me dijeron que eras un niño, mi futuro príncipe, mi pequeño guerrero, deseé con más fuerza tenerte entre mis brazos y ver tu carita.
Mi última recta fue interminable, con aquella panza tan grande que limitaba los movimientos. Paseaba hablándote, acariciando mi vientre. Nunca olvidaré nuestro tiempo juntos, la aventura de una vida nueva en mí.
Ya estás aquí, con tu grito has roto el silencio de la sala, por fin respiras fuera de mí. Te llevan para asearte y ver que estás bien. Yo me quedo esperándote, ansiosa por cogerte.
Ya estás conmigo, envuelto en una mantita te han dejado junto a mí.
¡Dios mío, qué bello eres! Me miras con unos ojos enormes, de un azul grisáceo. Te beso, te acurruco a mi lado para darte calor, admiro tus manitas tan pequeñas y tus ojitos que siguen observándome.
Me siento tan feliz, tan orgullosa de ser madre, que no puedo imaginar nada mejor. Hijo mío, jamás dejaré que nadie te haga daño, te protegeré con mi vida, te enseñaré a caminar, a disfrutar de las pequeñas cosas, a valorarlas. Estaré contigo siempre, incluso en la distancia. Te apoyaré en tus decisiones. Pero lo más importante es que todo lo haré desde el más entregado amor. Así te criaré.


Autora: Olga González Sobrín

No hay comentarios:

Publicar un comentario