martes, 24 de marzo de 2020

La transformación

Arrodillado en el suelo y bajo la Luna pidió ayuda a sus antepasados, para superar aquella prueba que le convertiría en hombre.
Todos los jóvenes de su tribu tenían que pasarla, era su transformación y luego celebraban una gran fiesta en su honor.
El hechicero había realizado sus cánticos y le había dado a tomar aquel amargo brebaje que le haría viajar y descubrir su tótem.
Y allí, sentado, con los ojos cerrados, escuchaba la música que el viento traía del poblado, estremeciéndose ante los sonidos de la noche, empezó a sentirse pesado como si la tierra lo atrajese y fuese a caerse en un pozo, envuelto en una oscuridad total.
Se sentía asustado, temeroso de esa negrura que le impedía ver nada, cuando de pronto, en su interior empezó a surgir un aullido. Y saltó fuera de aquel hoyo, corriendo veloz por el bosque, sintiendo el viento en su rostro y la tierra bajo sus pies. En su carrera hacia una libertad desconocida, apreciaba olores nuevos, su visión aumentaba, le ofrecía una percepción de las cosas lejanas como si próximas estuvieran.
Sus sentidos estaban tan desarrollados que apreciaba el más mínimo detalle que antes no observaba. En su carrera a tantos descubrimientos llegó a la montaña cubierta de nieve y no sintió frío, saltaba de una roca a otra con mucha agilidad. Emocionado siguió hasta la cumbre y allí con la mirada en la Luna, aulló tan fuerte que la gente en el poblado se asustó.
Cuando acabó con su grito, sintió que su cuerpo había vuelto al principio, arrodillado en la oscuridad. Abrió los ojos y frente a él había un enorme lobo gris, que lo observaba. Su corazón empezó a latir rápido, sin saber qué hacer, pero el lobo según vino, desapareció.
Levantándose se encaminó al poblado junto a los suyos, fue a la tienda del hechicero y le narró lo acontecido. Después de escuchar al muchacho, le pidió que le siguiera y lo presentó a su pueblo como hombre y le pintó las marcas de su tótem: el lobo gris.
Ante los gritos de bienvenida al nuevo hombre, celebraron con cánticos y bailes alrededor de la hoguera hasta el amanecer. El joven quedó atrás para convertirse en un hombre, en el hermano lobo.


Autora: Olga González Sobrín

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