lunes, 23 de marzo de 2020

Recuerdos del mar

Durante muchos años el mar nos mantuvo separados. Cuando embarcaba parte de mi corazón se quedaba en tierra, contigo. Las despedidas eran dolorosas entre abrazos y besos, lágrimas en nuestros ojos, prometiéndonos escribir pronto. En aquellas cartas que dejaba en cada puerto, como única unión a ti, te contaba mis anhelos, alegrías, tristezas y la emoción de que los días pasaban y quedaban menos para el reencuentro.
Recuerdo que en los descansos en la litera de mi camarote, con tus cartas sobre mi corazón y mi mirada perdida en tu foto, soñaba con tus labios y la calidez de tu piel.
En los días de tormenta, el mar embravecía y temía que el embate de las olas hiciera zozobrar el barco y ya no pudiera regresar a tu lado.
Ahora mis años en el mar han terminado. El tiempo y las dificultades no impidieron que nuestro amor aumentase. Tú siempre me esperabas en el puerto con tu hermosa sonrisa que iluminando cualquier día gris. Yo corría hacia a ti para reunirnos en un abrazo y sentir el hogar que tanto añoraba.
La vida no nos dio hijos, pero si un amor fuerte. Hoy te miro y mis sentimientos son iguales que ayer. Nos hemos llenado de canas y arrugas, pero tu sonrisa sigue iluminando mi día.
Mi dama, con qué delicadeza coses el botón de mi chaqueta. No quieres verme desarreglado, cuidas cada detalle en mí. No te puedes imaginar cómo mi corazón late por ti, cómo a mi edad me enloqueces con solo verte, cómo tu perfume me embriaga.
He viajado, he visto mucho mundo pero nunca he sido tan feliz como lo soy en nuestro hogar, al que siempre regresé para sentir tu calor.



Autora: Olga González Sobrín

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