Desde pequeña veía a papá y mamá tan felices y enamorados que sólo deseaba crecer para casarme. Jugaba con las muñecas creando mundos de fantasías, donde yo era protagonista, unas veces era princesa, otras una sirvienta, pero en todas encontraba a mi príncipe azul.
Mis padres me llevaban a las bodas de nuestros familiares, todo me parecía un cuento de hadas. La primera vez que vi la iglesia tan llena de flores, mis ojos se abrieron como platos, no salía de mi asombro ante tal visión. Y qué decir de la salida de los novios, cuando todo el mundo les lanzaba arroz, me llenaron las manitas de aquellos granos y corrí a lanzárselos riendo toda feliz.
Aquellos recuerdos me acompañaron en la niñez, ¡qué bellos eran! En la adolescencia mis amigas se echaron novio, se veían a escondidas y cuando lo hacían públicamente, se portaban formalmente pero en la soledad se robaban muchos besos.
Las veía tan felices que, a veces, tenía un gusanillo llamado celos que me rondaba. No es que yo no tuviera ocasión de salir con chicos pero no los encontraba atrayentes, en mi mente seguía soñando con mi príncipe de la niñez.
Y así han pasado los años, esperando un sueño, vestida con mi vestido de novia y el traje del novio colgado. Me siento a pensar que es lo que ha ocurrido, si es que soy tan fea o soy un ogro. Me miro al espejo, veo una joven bien parecida, llena de sueños, no veo nada extraño.
Aquí sentada, mirando atrás, creo que me he equivocado, que he tenido la oportunidad de tener a alguien a mi lado, que muy bien me merecía, pero cegada por una fantasía lo dejé marchar.
Ahora, más realista, he decidido cambiar, tirando ese muro que levanté para romper ese espejismo que me había creado. Y con humildad iré a pedir perdón al hombre que me declaró su amor, aquel que me daba el mundo y yo cruelmente lo rechacé. Y si él decide perdonarme, quizá me vea con mi vestido de novia en el altar al lado del hombre que amo, con el sueño cumplido de aquella niña en aquella primera celebración.
Autora: Olga González Sobrín
No hay comentarios:
Publicar un comentario