martes, 25 de febrero de 2020

Abuelita

Abuelita, te quiero tanto como de aquí al cielo. Me gusta que me achuches y me llenes de besos. Cuando me acurruco en tus piernas y me abrazo a ti, hueles a galletas, a ésas que siempre haces para mí.
Cierro los ojos y ahí te veo abriendo los brazos para cogerme, con una sonrisa que ilumina tu rostro lleno de arrugas, sin embargo, cuando mis manos agarran tu cara siento tu calor y el amor que me profesas.
Siempre tienes montones de historias para mí que me encantan escuchar, me narras tu vida de pequeña y me asombro como luchabas ante la dureza de tus vivencias. Si yo fuera tú sería incapaz de hacer nada.
Me cuentas de tu vida, de la niñez, de cuando el abuelito te conoció, la guerra que os unió. Soy pequeña pero comprendo tu historia.
Abuelita, te admiro, quiero ser como tú. Eres mi heroína.
Te quiero tanto abuela, como a papá y mamá, soy tan feliz a tu lado, me haces sentir una princesita, sabes lo que quiero sin yo pedirlo, me cuidas y proteges, eres como mi ángel guardián. No sé como decirte lo que siento dentro de mí cuando estoy contigo, sólo puedo abrazarme a ti y no soltarme. Soy tan pequeña en un mundo de mayores, que me siento perdida. Voy y vengo del cole, juego con los amiguitos, pero solo hay un rincón donde me siento en paz y ése es a tu lado.
Abuelita, nunca me abandones.


Autora: Olga González Sobrín

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