Entre sus brazos se siente tan protegida que se mantiene ajena a lo que le rodea.
Solo siente el latir de sus corazones que se aceleran según sus besos recorren su cuello.
Su cuerpo pegado al suyo moviéndose al unísono como si una melodía los guiara, sintiendo el calor de ambos yendo en aumento.
Sus besos cubriéndola y sus manos recorriendo su piel, provocando sensaciones de embriaguez en ella y como si fuera una droga, se dejó mecer en la ola de éxtasis dónde se mezclan los sentidos miles de veces aumentados.
Sus cuerpos desnudos luchando en un mundo de placeres, lleno de pasión. Gemidos en las sombras, ruidos de una lucha llena de gozos, la atmósfera cargada de erotismo, es lo único que se encuentra en la habitación.
No existe un mañana, solo hoy, viviendo su momento de pasión, sus cuerpos han pasado a ser uno, absorbiendo su olor culminando en tal excitación que sus movimientos se vuelven más rápidos, gimiendo con más pasión, llegando a la cima en una explosión de placer ahogados en unos gritos para terminar derrotados en su lecho.
Y sus cuerpos se vuelven a unir en un abrazo, mientras el sueño los lleva a un letargo lleno de paz y amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario