Y de repente...

No sé cómo ocurrió ni en qué momento pasó. Nuestros caminos se cruzaron cuando estábamos desolados, sin saber qué hacer.

No sé cómo ocurrió, arrastrando mis pies con mi mirada perdida se me cruzó una luz.

Pero sí sé que mi corazón volvió a bombear, y como en un tango bailamos, sin quitarnos la mirada el uno del otro.

Sé que a partir de ese día todo cambió para ambos, contábamos con la complicidad del viento que nos acercaba nuestros susurros, los rayos del sol que nos acariciaba las mejillas, la Luna meciendo nuestros sueños. Todo eso para mantenernos juntos en la lejanía.

Sabemos que nos amamos, que nos hemos convertido en uno, nuestros corazones bailan la misma canción y nuestros cuerpos se encienden en llamas con nuestra pasión.

Sé que somos puro fuego, sé que hay una pasión infinita, sé que la ternura no tiene fin, sé que somos almas gemelas.

Mi corazón repite una canción: TU NOMBRE. Eres la sangre de mis venas, ardo pensando en tus abrazos, besos, caricias. Mis pensamientos se enlazan con los tuyos.

Sé que te amo, sé que estaremos hasta el fin de nuestros días igual de enamorados, como hoy lo estamos. Lo sé, lo sabemos.

Sé que sólo sé que TE AMO.