viernes, 17 de abril de 2020

En las horas muertas

En las horas muertas de la noche, la dama caminaba por la orilla de la playa, meditando sobre las cosas que habían acontecido en su vida.
Bajo las estrellas y la claridad de la luna, caminaba mirando atrás, sus pensamientos se perdían en aquellos momentos felices y dolorosos, sopesando las experiencias que le había dado la vida.
Pero en este presente, su corazón malherido, por fin, cerraba la puerta al pasado y mirando a la luna, cuya magia la había impregnado, sonreía, feliz, porque en la distancia, otros ojos miraban esa luna mágica que obró sobre ellos, marcando un presente y un futuro.
Y la dama con sus manos alzadas, alcanzó la luna, sosteniéndola sobre sus manos para susurrarle: "gracias por ponerlo en mi camino", acercó su labios a la luna y la besó y desde su corazón pensó:"Espero que te llegue, vida mía".
Y la dama depositó la luna en el cielo, iluminando la noche junto a las estrellas-
Y ella siguió andando por la orilla bajo la atenta mirada de la luna, hacia ese futuro que se le presentaba.


Autora: Olga González Sobrín

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