¡Oh, bella Dama! No te encierres en tu fortaleza de espinas, no las veas, aparta tus manos de tu bello rostro y deja entrar la luz. Verás que no son espinas sino rosas lo que te de rodea.
¡Oh, bella Dama! Deja de cubrir tu rostro y sal de ese cascarón, no te ocultes, deja entrar la luz, no es gris lo que ves. Hay un hermoso mundo de colores, fragancias que asomarán a tu nariz, nota ese perfume de esas bellas rosas que te rodean.
¡Oh, bella Dama! Aparta ya tus manos de tu rostro, el mundo te espera cargado de aventuras, experiencias y montones de posibilidades. Abre esa fortaleza, quita la coraza de tu corazón.
¡Oh, bella Dama! Quiero esa sonrisa luminosa, esos ojos abiertos y despejados al horizonte. La vida te está esperando.
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