Sentados en la orilla bajo la hermosa luna, el murmuro del agua acompañaban la noche de confesiones.
Llegaron caminando lentamente bajo las estrellas, sus miradas se cruzaban y sus mejillas enrojecían, alargó su mano hacia la de ella y la agarró fuerte y a la vez, delicadamente. Un cosquilleo recorrió su cuerpo al contacto de sus manos, se miraron y sonrieron tímidamente, caminando bajo esa luna.
Llegaron a la orilla y él le ayudó a sentarse, se puso a su lado y agarró sus manos.
La noche era mágica con aquella luna, y comenzó a susurrarle al oído lo que sentía por ella, su corazón latía veloz, su bella dama escuchaba, sonrojada, su corazón también galopaba veloz según fluían las palabras.
Le soltó una mano y llevó la suya a su cara, le acarició su mejilla y acercó su cara a la suya, y en aquella noche mágica, bajo aquella luna, le susurro:"TE AMO VIDA MÍA" y la besó en sus labios que fueron correspondidos.
Y en aquella noche mágica se inició la más bella historia de amor.
Autora: Olga González Sobrín
No hay comentarios:
Publicar un comentario