Se encontraron bajo la lluvia. Él, olvidándose de todo, la tomó en sus brazos y comenzaron los besos, la necesidad de sentirse de nuevo. La lluvia no impidió que allí mismo se amaran.
Miradas, chispas, estremecimientos..., y un fuego que no se podía controlar.
Allí mismo, bajo la lluvia, dieron rienda suelta a su amor. Cuando acabaron se sonrieron y, tras un beso tierno, fueron a buscar refugio para seguir con lo que allí había comenzado.
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