Páginas

miércoles, 22 de enero de 2020

Siénteme

Amada mía, mi princesa, mi Dama..., déjame tu mano y siente mi corazón. Siente como late. ¿Lo notas? Sólo sabe decir tu nombre, porque es tuyo. 
Yo soy TUYO, desde el momento que te vi en el andén y noté tu aroma. Cuando tus labios tocaron los míos confirmé que eras mía, ambos nos pertenecemos.

Abrazada te llevé conmigo, sintiendo tu olor, tu calor, tu amor, tu ternura. En aquel lugar e instante, yo fui tuyo.
Mi Dama, me das tanta vida que ya no sé que sería un mundo sin ti, veo y siento por tus ojos. Esa mirada que me tiene hechizado, y si pienso en tu sonrisa, en tu risa de cascabel, mi corazón explota lleno de emociones, mis ojos se llenan de lágrimas.
 ¿Cómo puede ser ésto? ¿Cómo te amo así?
 Y mi cuerpo levita con tu amor. ¡Cómo no te voy a amar cuando tú me lo das todo!
Mi Dama, te pertenezco, lo mío es tuyo, te amo y amaré más allá de esta vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario